viernes, 16 de marzo de 2018

Soltar amarras

     Cuando por primera vez salí a navegar y escuche el grito del contramaestre de ¡Soltar amarras!, supe que empezaba una nueva etapa de mi vida y que ya nada seria igual.
     Hoy después de tantos años, nada mas quedan los recuerdos, muchos recuerdos.
     Pero esa frase que se me quedo grabada, sirve hoy para ejemplificar los actos que llevamos a cabo con nuestra vida y nuestros seres que amamos. Soltar es dejar ir, dejar que los amarres que hemos hecho para mantener firmes y protegidos lo que creemos son de nosotros, queden en libertad para que las corrientes de la vida lo lleven a un nuevo horizonte.
     Soltar amarras y dejar que los vaivenes y las corrientes hagan su trabajo. Habra sonrisas, por el buen tiempo, por la calma chicha, pero también vendrán tiempos en los que lo mejor sera elevar una plegaria por ver tantos nubarrones, deseando con todo el corazón arribar a un puerto o a una zona de confort.
     Levantemos la mano y demos esa orden de soltar amarras y que sea lo que Dios quiera.

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