Pero todo tiene un sentido, y hasta nuestras mas pequeñas contribuciones son necesarias para que la vida siga su curso normalmente y si no estuviéramos es como si a un engrane le faltara un pequeño diente, toda la maquinaria dejaría de funcionar correctamente. Es por eso que debemos de sentirnos necesarios y seguir haciendo lo correcto aunque solo sea hacer la comida, lavar los trastes, lavar la ropa, mantener la casa limpia, darle seguridad a nuestras mascotas, regar las plantas y así con muchas cosas mas.
Somos una rueda de la fortuna, a veces estamos en las alturas y nos regocijamos con la sensación de plenitud y sentimos una paz interior deleitándonos con lo que tenemos. Otras veces estamos abajo y sentimos la opresión en nuestra vida, y debemos de sentir alivio al saber que todo es pasajero y que vendrán nuevamente las cosas buenas, porque ya lo dice la sabiduría popular: No hay mal que dure cien años.....
