Feliz año nuevo 2022.

      Sin darnos cuenta nos hemos vuelto esclavos del tiempo, de las costumbres, de las rutinas, de las personas que nos rodean, de los sentimientos y de todo lo que está a nuestro alrededor.

     Vamos transitando por la vida con un inmenso cargamento en nuestra espalda, con ese afán que nos caracteriza de aparentar lo que ni siquiera por asomo hemos sido ni seremos, tratando con mucho esfuerzo que los demás vean en nuestro comportamiento que somos esas personas tan diferentes, tan distantes de la realidad, y tan especiales que no nos damos cuenta.

     Y cuando surge la oportunidad de mostrar lo que está atrás de la mascara que traemos, nos invade el temor, nos agobia la tristeza, nos sentimos descubiertos y nuevamente sentimos la necesidad de volver a colocarnos esa máscara que nos identifica y que hace que nos sintamos cómodos y respiramos tranquilos siendo lo que nos gusta ser.

     Sin darnos cuenta somos esclavos, pero esclavos felices, y vamos por la vida deseando que los demás sean felices tanto como lo somos nosotros.

     Hoy casi se termina este año, y es momento para una reflexión...

     La vida es tan corta, tan difícil, tan hermosa y tan llena de oportunidades para ser feliz, que más vale que la aprovechemos porque en cualquier momento se puede acabar. 

     2022 ahí te vamos, con todo y sin mirar atrás.

     A veces la vida te da la oportunidad de elegir, pero solamente te da dos opciones para escoger, y es el momento más importante de tu vida, porque cualquiera que tu escojas, es lo que que va a determinar lo que te resta de tu existencia.

     Cuando la vida no te ha tratado tan bien como tu lo habías soñado, cuando te ha faltado esa chispa que siempre esperaste, sientes que es momento de experimentar algo nuevo cuando ya estas mas para allá que para acá, cuando te das cuenta que ya no hay nada que perder pero si mucho que ganar, tal vez sientas la cosquillita del remordimiento de que no lo mereces y que el saco te queda demasiado grande, tal vez habrá personas que te digan que eso es cierto, y te harán sentir como si fueras la peor persona del mundo, tal vez haya mucho de cierto, lo único que hay que pensar es que el tiempo es corto y si vemos para adelante el camino ya no es demasiado largo..

     La vida ha transcurrido para todos, muchos se han vuelto a reconciliar y han empezado una nueva vida, otros siguen un camino diferente al que tenían planeado, algunos continúan y no han aprendido nada, tal vez otros ya sienten mariposas en la panza, y algunos han comprendido que no todo es felicidad y empiezan a sufrir la cuesta de la inseguridad, pero tal vez otros como lo estoy yo, están decidiendo lo que harán con lo que les queda por delante.

     A veces la vida, te da a escoger de dos sopas, lo malo es que una ya se acabo.

     

 

Junior.

      Los años pasan y es una sensación que nos incomoda, de pronto llegan las canas, las arrugas y sin que nos demos cuenta nos hacemos viejo.

     Parece que fue ayer cuando cabías en mis brazos, cuando con una historia te podía dormir, cuando no había nadie mas poderoso que yo porque era tu héroe, cuando tú única preocupación era conseguir un nuevo número de tu revista favorita o en esas noches de madrugada que me despertabas para que te acompañara, porque te daba temor ir solo al baño y terminábamos en la cocina cenando huevos estrellados.

     He visto de cerca como has crecido, tanto física como intelectualmente, pero se de antemano que aunque pasen los años, siempre voy a verte como te he visto toda la vida, alguien a quien le debo dar no tanto el apoyo económico sino moral y más que nada debo de proteger aunque no sea necesario porque te he dado las armas suficientes para que puedas triunfar en ésta vida que te ha tocado vivir.

     Los años pasan, y seguirán pasando inexorablemente, pero quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti y de la persona que te has convertido y únicamente me queda decirte, que tengas una excelente celebración de cumpleaños.

Mamá.

     Mamá

      Parece que fue ayer, siento todavía en mis oídos la melodía de tu voz, de tus canciones y de esa alegría que siempre demostraste y más que nada que me infundiste, y hoy siento una enorme tristeza de que haya pasado tanto tiempo desde que nos vimos por última vez.

     Recuerdo tus palabras, tu voz, tus pensamientos en voz alta, tus deseos de que yo me convirtiera en algo de lo que estuvieras orgullosa, de tu enojo y comprensión cuando en algunas ocasiones te fallé, de tu apoyo incondicional por las decisiones que tomaba y que sirvieron para convertirme en lo que soy.

     Fuiste mi ángel de la guarda aquí en la tierra y deseo con todo mi corazón que lo sigas siendo ahí donde estás, y se que has comprendido cuanto te quise aunque me haya costado mucho hacértelo saber cuando todavía podía decírtelo.

     Parece que fue ayer cuando escuchaba de tus labios esa canción que nos identificaba, parece que fue ayer pero hace muchos años de eso.