Felicidad.

     Hoy es un día muy especial, celebramos el día del niño. Esas personitas que le dan luz a nuestras vidas, que son tan especiales porque nos dan la alegría que tonifica nuestra forma de sentir, de comprender nuestra existencia y de disfrutar la felicidad.
     Como abuelos es volver a sentir la alegría de ver la vida renacer, de recordar lo que hemos pasado, de disfrutar nuevamente los momentos que ya estaban en el pasado, que ya se nos habían olvidado y que de pronto aparecen para volvernos a hacer feliz.
     Como seres humanos, es recordar los momentos en que la vida nada mas era tener suficientes piedras en el bolsillo para la resortera, tener hilo para el trompo, y muchas historias en la imaginación para poder apantallarle a los demás. Tal vez las preocupaciones de ahora no nos permitan recordar lo felices que fuimos cuando las preocupaciones nada mas eran saber que window era ventana, cuando el cabo catoche debíamos de recordar que estaba en Quintana Roo, que una blanca equivale a dos tiempos, y que las chamacas del segundo grado desayunaban abajo del árbol junto a la cancha. Que tiempo aquellos.
     Hoy recordar es volver a vivir. Niños no se escondan atrás de esa mascara de adulto. Hoy nuevamente volvemos a ser niños porque recordamos lo que fuimos de niño.

Comodidad.

     Solamente una vez nos sentimos en el lugar correcto, ahí donde nos encontramos a gusto y disfrutamos de lo que estamos haciendo, todo funciona de maravilla
     A veces dura una eternidad, a veces solo un instante, pero cualquiera de las dos opciones la vemos como algo normal, son cosas que tienen que suceder, suceden y vuelven a suceder y nuestra vida no cambia, sigue el mismo camino porque hemos encontrado un sendero que nos coloca en una situacion de confort.
     Ahora todo parece diferente, porque somos lo que no pensabamos que seriamos, lo somos ahora, y todo funciona de maravilla.
     Tal vez mañana sea algo diferente, tal vez mañana sea algo mejor de lo que hoy imaginamos. Tal vez....                     
   

Añoranzas

     Cuanta felicidad podemos almacenar en nuestra vida? Y cuanta felicidad podemos recordar mientras pasamos por momentos difíciles?
     La vida nos da la oportunidad de conocer a quien es nuestra media naranja, a veces temprano, a veces tarde y a veces muy tarde o tal vez la dejamos pasar sin darnos cuenta y la vemos que parece que es feliz con alguien que no somos nosotros, y estamos seguros que hubiéramos podido hacer algo mejor.
     Somos esclavos de nuestras decisiones, y no debemos de arrepentirnos, porque hemos hecho lo que creíamos correcto aunque haya salido mal, tal vez muchas de otras decisiones si fueron correctas y por eso estamos donde ahora estamos, y tenemos poco,mucho o bastante, pero debemos de estar orgullos de que ha sido porque nosotros así lo hemos querido.
     Lamentarnos ahora no sirve de nada, tal vez solo queda aceptar de que estamos donde estamos a sido porque nosotros así lo hemos querido tal vez no lo habíamos soñado así pero nuestras acciones nos han colocado en este lugar.
     La pregunta ahora debe ser, seguiremos lamentándonos por no haber hecho lo correcto o debemos de aprovechar lo que tenemos para ser felices. Creo que lo mas conveniente es adaptarnos a lo que hemos conseguido y hacer un ultimo esfuerzo para ver lo que hemos estado haciendo mal, tal vez sea la ultima oportunidad que tengamos para corregir lo que hemos hecho mal.
     Tal vez lo que nos queda es decir que ya estamos jubilados o tal vez decir que todavía nos falta mucho camino por recorrer. Tu que vas a hacer?
   
   

Añoranzas

     Una vez fui joven, lo recuerdo muy bien, hace tanto tiempo que parece borroso y tan nítido a la vez, es como una película en blanco y negro pero que tiene los colores, los olores y la sensación que me hacen sentir ahí otra vez. Es como regresar en el tiempo, ese tiempo que significo mucho para mi.
     Hoy me veo en el espejo y todavía veo al niño-joven con sus ilusiones y sueños de conquistar el mundo, de conquistar el amor, de hacer realidad los ideales y las metas que rondaban en mi cabeza.
     Sueños que se desvanecían porque había que darse prisa para no llegar tarde a la escuela, un lugar que me parecía que era una prisión para todos esos pensamientos que me transportaban lejos muy lejos de mi realidad.
     Ayer, palabra mágica que nos transporta al pasado, que nos coloca en el comienzo de nuestros sueños y que nos hace apreciar nuestra realidad.
     Ayer es el complemento de lo que hemos conseguido, ayer es la primera piedra del castillo que hemos construido.