Ayer.

     Todos hemos escuchado alguna vez, la frase de " No es lo mismo los Tres Mosqueteros que 20 años después", para enfatizar de que hemos envejecido y que las circunstancias no pueden ser las mismas de las que fueron en el pasado para hacer algo semejante en la actualidad.
     Llegar a la edad en la que parece que todo ya está escrito nos parece maravilloso pero al mismo tiempo todavía nos queda la ilusión de que no hemos envejecido y todos queremos que sea igual, nos sentimos mentalmente como si volvieramos a tener 18 años.
     Las ilusiones son solo eso, ya nunca más volveremos a tener el ímpetu de la juventud cuando todo lo que hacíamos era guiado nada más por nuestros impulsos, y porque sabíamos que si caiamos nos volveriamos a levantar y con sacudirse los malos momentos seguiamos adelante porque el futuro todavía lo estabamos construyendo.
     El presente nos ha hecho diferentes y desgraciadamente o afortunadamente somos diferentes, nunca jamás volveremos a ser los mismo que muchos conocieron, hoy somos una version muy compleja de lo que fuimos, somos tal vez el mismo vino pero más añejo y con un sabor y una calidad que nada tiene que ver con la original.
     Fuimos para algunos en el pasado como una moneda valiosa y lo conservan en la memoria, pero en la actualidad solo somos una moneda que no significa nada  y en cambio seguimos siendo para otros lo único que tiene valor.
     

Una carta.

     Dicen que las palabras se los lleva el viento, y es una verdad contundente, hablamos y decimos tantas cosas pero al dia siguiente ya se nos olvido lo que dijimos, podemos prometer la luna, las estrellas y todo el firmamento, y tal vez sean momentos muy emotivos y expresados con todo el sentimiento que tenemos en ese momento, y son expresiones tan vanas que se olvida tan pronto aparezca una situación diferente.
     Cuando escribimos es como si plasmaramos nuestros sentimientos en una roca, siempre y cuando esa roca no cambie y a través del tiempo se mantenga firme con lo que ahí se haya escrito, si es así, nuestros pensamientos, nuestros deseos y nuestras esperanzas se van a mantener intactas.
     Escribir, es como decir en unas cuantas letras todo lo que nos es tan difícil expresar lo que pudiéramos decir con un solo beso, es como dejar un poquito de nuestra alma en cada palabra.
     Escribir es como ponerse una soga al cuello, porque nos pone en la encrucijada de no saber si debemos de saltar para defender lo que hemos escrito o simplemente quitarse la soga y decir que hemos mentido.
     Los escritos lo dicen todo, porque cuando escribimos con el corazón, las letras lo dicen todo y mas que nada los pensamientos que se expresan, y siempre serán los sentimientos que están presente cuando escribimos cada letra, cada punto, cada coma y cada punto suspensivo.
     Una carta es como dejar poquito a poco el corazón, es como dejar en cada letra el presente que estamos viviendo y que queremos que perdure para siempre.

Construcción.

     Construir es en nuestra vida lo más importante, porque ese acto es donde ponemos todo nuestro empeño, realizamos lo que nos parece que será el techo que nos protegerá de los malos tiempos, de los sinsabores de la vida, y lo construimos con cimientos fuertes, con materiales de primera calidad como son la confianza, los buenos sentimientos, las buenas acciones, los mejores recuerdos y mas que nada con el amor desinteresado que antepone sobre todas las cosas lo mejor para quien está a nuestro lado.
     Construimos siempre pensando en el mañana, no importa cuantas lagrimas nos cueste, no importa el precio, siempre queremos que sea lo mejor y ponemos todo lo que nuestra fuerzas lo permiten y así nos pasamos la vida porque nunca es suficiente para nosotros.
     Tal vez debemos reconocer en algún momento de que ya los detalles no importan y que es tiempo de disfrutar lo que hemos construido, el resultado de nuestros esfuerzos, y sentarnos plácidamente con una taza de café, un buen libro, ver que los hijos han crecido, acariciando nuestras mascotas y mas que nada con la compañía de quien nos ha apoyado en el largo camino que hemos recorrido, para tener lo que ahora es una realidad.

Desiciones.

     Todos tenemos deseos que probablemente no se hagan realidad, deseos que los tuvimos cuando eramos jóvenes, los llamábamos propósitos, y después con el paso del tiempo fueron quedando relegados en un rincón donde se acumulan las ilusiones, no desaparecen, están ahí latentes, esperando el momento en que llega un detonador que los vuelve a poner en primer plano y sentimos que vuelven a estar vigentes nuevamente.
     Pero la realidad ha cambiado, tenemos la mente joven, sentimos las emociones a flor de piel igual que la tuvimos en el pasado, las canciones que escuchábamos nos vuelven a poner eufóricos y nuestro corazón quiere que todo vuelva a ser igual, pero, si vemos a nuestro alrededor, el entorno es diferente, a través del tiempo hemos sufrido cambios, hemos construido un castillo que no es el que imaginamos, se parece pero no es el que queríamos, y muchos dependen de lo que estamos haciendo, dependen de las decisiones que tomemos, porque es lo que hemos construido y conseguido con lo que nos parecía que era lo mas apropiado.
     Decidir que es lo mejor a veces es muy difícil, decidir que es lo correcto es aun mas difícil.
     

Engaño.

     Dicen que recordar nos acerca tanto al pasado que casi podemos tocarlo y creo que no podemos llamar engaño el recordar lo que fuimos, lo que sentimos, lo que sufrimos y más que nada lo feliz que fuimos. Nuestros pensamientos son únicamente nuestros y de nadie más, la mayoría de las veces los compartimos con los demás, otros nos lo guardamos como un tesoro y si con el tiempo los volvemos a sacar no creo que sea un engaño para las personas que están con nosotros.
     Muchos sentimientos cambian a través del tiempo y otros se conservan intactos, porque quedan impregnados en el corazón y porque son las bases de lo que ahora somos; volverlos a sentir no cambia el presente pero refuerza la nostalgia y el deseo de volver a experimentar esos momento que nos dieron felicidad.
     Así que pueden decirme si es un engaño volver con el pensamiento al pasado, volver a tener 18 años y nuevamente ser feliz? Si es asi, todos nos engañamos y todos somos engañados.

Imagen.

     Todos nos ven diariamente, y tienen una imagen de nosotros, piensan que si somos alegres y dicharacheros, así hemos sido siempre,si nos ven serios y con cara de amargados es porque la vida nos ha tratado mal y ahora estamos amargados y por eso nos comportamos así, todos tienen un concepto de nosotros por la imagen que en la actualidad representamos.
     Nadie se imagina que hemos sido una persona diferente, la vida hace que cambie las maneras en que diariamente enfrentamos los problemas diarios, tal vez hace mucho que todo era color de rosa, y todo lo veíamos con ojos de confianza de que todo iba a salir bien, ahora todo ha cambiado y los golpes que nos ha dado la vida hace que la imagen que representamos sea muy diferente a como hemos sido.
     Aunque hay excepciones a la regla que esta escrita, muchos somos en la actualidad lo que siempre hemos sido, aparte de guapos, alegres, dicharacheros, sencillos, y enamorados, tal vez es algo que nunca va a cambiar, seguiremos siendo la misma persona.
     Tal vez la imagen, solo la imagen,  haya cambiado, pero los sentimientos que habia en esa imagen que recuerdas siguen siendo los mismos.
     Somos y seguiremos siendo para muchos, una imagen, de nosotros depende que esa imagen nos represente lo que realmente somos.

Destino

     Tal parece que todos nuestros actos están relacionados para que el pasado sea soporte del presente y comprendamos nuevamente que todo tiene un motivo, que todo lo que hicimos ya estaba predeterminado para que sucediera de esa manera, para que la vida que hoy tenemos sea lo que nos corresponde, y que por mas tentadora que sea la oferta de cambiar el pasado, lo que hemos conseguido basta y sobra para estar satisfechos.
     A través de los años los momentos de felicidad que tuvimos y que celosamente guardamos como un tesoro, nos sirven para comprender que aun en los peores casos donde nos sentimos derrotados siempre hubo una luz de esperanza de que todo iba a salir bien.
     Todo lo que nos ha servido para salir adelante, al igual que la confianza en nuestras decisiones, es la muestra clara de nuestra fortaleza y de nuestra fe en que podemos salir adelante aun después de tocar fondo y sentir que el mundo entero esta en contra nuestra.
     Hoy es una palabra y una situación tan efímera que no lo podemos comprender, únicamente lo podemos sentir, lo podemos disfrutar y la mejor manera de aprovecharla es viviendo cada instante de nuestra vida sin olvidar lo que dejamos atrás y dejándonos de preocupar tanto por lo que esta por venir, agradeciendo lo que tenemos, la salud, el amor, la solvencia económica y mas que nada y lo mas importante, nuestros sueños. 

Pasado

     El pasado es como tener algo incomodo en nuestra existencia, pero que también es parte de lo que somos en la actualidad y que queramos o no ha sido la constructora de lo que hemos conseguido y que ha sido fundamental para haber logrado estar donde estamos.
     El pasado lo han construido nuestros padres, tal vez ellos pensaron en otros destinos, pensaron que seriamos alguien que en su imaginación lograriamos cosas que ellos no lograron, cosas que nosotros seriamos capaces de hacer.
     El pasado nos abruma, nos pone en situaciones muy difíciles, porque vemos que nuestros antecesores han sido guerreros, héroes sin capa, luchadores incansables, padres de familia, dictadores de la democracia, profesores de la vida, y ejemplo de lo que debe de ser un verdadero hombre, con las cualidades que debe de tener; Amor por su familia, Responsabilidad por sus actos, Alegría de vivir, y sencillez para vivir la vida..
     El pasado nos alcanza cuando creemos que todo lo tenemos controlado, cuando la vida nos ha beneficiado económicamente y sentimos que ya logramos lo que queríamos, parece que ya lo tenemos todo, pero en un cerrar de ojos se aparece lo que en realidad somos, unos perdedores porque nuestra familia lo hemos perdido por querer ser lo que no somos..
     La realidad es que el pasado, tiene mucho de presente y mucho de futuro.

Esperanza.

     La mitad de nuestra vida se basan en esperanzas. Todos los días nos levantamos con la esperanza de que sea mejor que el anterior, de que por fin el bache en el que estamos se termine y se convierta en un tope con la altura suficiente para que nos deje respirar por un tiempo, que el dolor que nos aqueja sin importar si es físico o sentimental por fin encuentre la cura por la que hemos estado solicitando en nuestras noches de insomnio, que por fin aparezca esa cura milagrosa que cure todos nuestros males.
     La esperanza es lo que nos motiva a seguir adelante todos los días, porque creemos aquellos de que no hay mal que dure cien años, que Dios aprieta pero no ahorca, que no hay mal que por bien no venga, o que ya llegamos al pico de la pandemia y ya vienen tiempos mejores.
     Todos los caminos de nuestra vida nos llevan a la esperanza, nos llevan a tener confianza en nosotros mismos, porque no claudicamos aunque todo nuestro cielo este lleno de nubarrones, porque sabemos que después de la tormenta viene la calma, porque tenemos fe de que nada puede ser tan malo si aun podemos sonreír por algo tan insignificante como nuestra propia tragedia de no saber que sin pensarlo nos pusimos la playera al revés.
     La esperanza es el alimento de los pobres y de los ricos, porque todos tenemos esperanza de algo, no importa en que escalón económico nos encontremos, la esperanza para el ser humano es como el oxigeno que todos necesitan y que nadie nos cobra, y que a nadie se le niega.