viernes, 13 de mayo de 2022

Barquillo.


      Recuerdo que de niño me encantaban las nieves, ahora las adoro y más si son de fresa, pero por haber crecido en un ambiente campirano eso era un lujo que teníamos cuando íbamos a la ciudad, tengo en la mente y en el paladar, la frescura, el sabor, el olor imperceptible y la satisfacción de ver como poco a poco se iba consumiendo en cada lenguetazo que le daba.

      Hoy al ver la cara de mi nieto saboreando un delicioso helado, me siento renacer en él, vuelvo a ser un niño que solo piensa en que la única preocupación era aprovechar hasta la más pequeña gota del barquillo, tratando de ganarle al tiempo, antes de que se derritiera y escurriera por mi mano, era una tarea difícil, y ponía todo mi espeño, el mundo desaparecía porque solo existíamos el helado y yo, tenía que aferrarme a la mano de mi madre mientras caminábamos para no perder el equilibrio, porque siempre era así, caminar y disfrutar, disfrutar y no tropezar, ver el camino y ver el helado, siempre imaginando que era una competencia no declarada entre él y yo, el tratando de derretirse y yo tratando de saborear hasta la última gota, era tal vez un triunfo que no disfrutaba porque sabía de antemano que cuando todo acabara solamente me quedaría con el recuerdo de lo que había sido y que no sabía cuando de nuevo sucedería.

     Recuerdo que me encantaban los helados, hoy los sigo disfrutando pero jamás sera tan emocionante, tan delicioso como lo fue en el ayer y como lo es y serán en mis recuerdos.

miércoles, 4 de mayo de 2022

Solo.


      A veces nos preguntamos si estamos en el lugar correcto, en el que queremos estar, donde nos sentimos a gusto, ese que nos da satisfacción, las ganas de permanecer ahí, de continuar con lo que queremos que sea un día si y al otro también, vemos alrededor, observamos todo y nos invade la nostalgia, porque en realidad deseamos otra cosa, sentimos que nos falta algo, esa chispa que transforma todo a eso lo que nos rodea, necesitamos no algo, sino alguien, necesitamos a esa persona que le da sentido a nuestra vida.

      Y aunque todo sea vea bonito, le falta el brillo espectacular que le da la persona indicada, esa que con su sola presencia lo transforma, esa que con su perfume lo envuelve todo para que parezca maravilloso, para que un simple atardecer se convierta no solo en bonito sino hermoso, algo que ha de quedar en la memoria y en en los recuerdos que ambos tendremos para contarlo, no como una anécdota sino como un momento inolvidable. 

martes, 3 de mayo de 2022

Dulce

     Hoy quería escribir sobre algo dulce, sabroso, jugoso, lleno de vitalidad, intenso, delicioso, que sin probarlo se te hace agua la boca, que la disfrutas con solo imaginarla y que te llena de antojo, de pensamientos bonitos, demasiados bonitos que te hacen pecar.

     Había escogido las ciruelas porque cumple con todos esos adjetivos que antes mencione, son todos esos y tal vez más, pero llegó a mis pensamientos algo mejor que eso, algo que tengo en la mente a cada momento, algo que me quita el sueño, porque es mas que todo lo anterior y es un beso de quien tanto amo.

     Y es que un beso, es la culminación de todos los deseos que uno pueda tener con la persona adecuada, esa que hace que las mariposas en el estomago se conviertan en dinosaurios voladores, porque son tan intensos que no los podemos controlar, que hacen que el cielo cambie de color que en vez de azul sea del color de su piel, de sus labios y tenga la profundidad de sus ojos cuando nos miran.

     Hoy quería escribir sobre las ciruelas, pero el amor fué más fuerte.