Diariamente.

 

     A veces creemos que no pasa nada, cuando en realidad diariamente pasa de todo, experimentamos sensaciones y sentimientos que van formando parte de lo que guardamos en los rincones inesperados de nuestra mente y que salen a relucir en los momentos menos esperados, haciendo que de pronto sintamos que volvemos al pasado con situaciones que ya habíamos olvidado o que la teníamos enterrados para siempre. Sueños que tuvimos un día de pronto forman parte de nuestra realidad cotidiana, metas que nos propusimos en el pasado las alcanzamos sin darnos cuenta y figuran en nuestro vocabulario esas palabras que nunca pensamos pronunciarlas porque se nos hacían difíciles de comprender, formaban parte de un mundo del cual no nos estaba permitido ni siquiera imaginar, pero que anhelábamos fervientemente conocer, un mundo donde abundaban las sonrisas, donde las preocupaciones más grandes fueran decidir si vestirse de rojo, de amarillo o de gris, un lugar donde esperar la primavera se sintiera como volver a renacer, donde el paso del invierno dejara ese sabor a cobertores de lana, a cobijas calientitas por los sueños y por los despertares con amor, con ternura, con devoción, con sonrisas, con suspiros y con ilusión.  

    Cada día soñamos con ese tiempo que se ha ido, imaginamos realidades alternativas que pudieron suceder y no nos damos cuenta que lo mejor está si aprovechamos el presente, si nos dedicamos a vivir plenamente con lo que tenemos, con nuestros pequeños triunfos, con eso que nos ha costado una vida conseguir, disfrutando de lo que se ha vuelto cotidiano pero que se vuelve una aventura cuando le agregamos el amor, cuando experimentamos esa sensación tan extraña para algunos pero que nos hace ver y sentir diferente. Sentir amor nos hace encontrarle un motivo a lo que hacemos y vemos las oportunidades para compartir con los demás nuestros sentimientos, tal vez eso les parezca extraño, pero simplemente es una manera de agradecer a quien está a nuestro lado, a decirle de manera diferente que la amamos y que queremos que todos sean testigos de nuestros sentimientos.  

    Son tiempos difíciles para todos incluyéndonos a nosotros, pero los sentimientos que albergamos nos hacen sentirnos más fuertes y confiados de que después de las tormentas viene la calma, y hoy más que nunca reafirmamos nuestro amor, porque eso es lo que nos hecho estar donde estamos, porque a pesar del tiempo y la distancia, estamos juntos y esta vez es para siempre.  

Monotonia.

 

      Encontramos en el transcurso de los días un sinfín de muestras de que estamos viviendo como lo habíamos imaginado, como lo soñamos en aquellos días, la juventud nos acompañaba, pero teníamos claro lo que queríamos, habíamos visualizado una vida tranquila, en un lugar donde la primavera se vistiera de verde, el otoño de dorado y el invierno de blanco, un lugar donde desearas más estar en tu casa que en otro lugar, un lugar donde salir a desayunar o comer, fuera una distracción y no un lujo, un lugar donde los cuentos de hadas se hicieran realidad como parte de los acontecimientos de todos los días, un lugar lleno de sorpresas que nos hicieran sonreír con el menor esfuerzo posible, y ahora que hemos llegado a donde queríamos, sentimos que importa mucho donde estamos pero sentimos que es más importante con quien estamos, porque nos hemos dado cuenta que lo que habíamos soñado es una vida al lado del otro. 

    A veces el sol se oculta más temprano, a veces la noche llega pronto, pero nuestras ganas de estar juntos siempre son las mismas, nuestras miradas tienen la misma intensidad todos los días, nuestros corazones laten a prisa cuando nos besamos y encontramos felicidad cuando la jornada de trabajo termina y volvemos a casa juntos, pareciera que a sido una eternidad todo ese tiempo en que no nos vemos, pareciera que vuelvo de un largo viaje, porque eso parece cada separación, pero volver a estar contigo ha sido el sueño que imagine por mucho tiempo, es como encontrar el fin del arco iris, como llegar a un puerto seguro después de una tormenta, es como tomarse un descanso bien merecido con esa sensación de que lo peor ha pasado y se avecinan tiempos mejores. 

    Siento que, al acostarme todas las noches, encuentro a tu lado esa confianza que te da el saber que te encuentras satisfecho con lo que has logrado, siento que puedo descansar tranquilamente mientras escucho tu respiración junto a mí, y si a medianoche despierto por causa de un mal sueño, encuentro con el contacto de tu cuerpo esa sensación que tengo desde que te conocí, de que puedo vencer cualquier cosa mientras tu estes conmigo, encuentro esa fortaleza que me hace invencible para enfrentar mis miedos, me acurruco a tu lado, sonriendo porque puedo sentirte, puedo tocarte, puedo darte besos y puedo estar en todos tus sueños, esos que construimos juntos y que ahora se volvieron una realidad.