viernes, 31 de enero de 2025

Frio.

 

    Los altibajos que sufrimos todos los días hacen que constantemente se vea reflejado en nuestro estado de ánimo y por supuesto es tan complejo que en segundos los que están a nuestro alrededor vean la diferencia, algunas veces mantenemos uniforme nuestro comportamiento sin cambios significativos, haciendo que nuestro entorno también se mantenga igual, a veces sin imaginar que de un momento a otro todo mejore o al contrario la depresión, el desgano, la incertidumbre y el mal humor haga su aparición. A veces basta únicamente un pequeño empujoncito para derrumbarnos de nuestra zona de confort, otras en cambio nos mantenemos firmes resistiéndonos a sucumbir a los cambios que se avecinan, encontrando fuerzas una y otra vez en nuestro interior, en nuestra fuerza de voluntad, en los deseos de que todo siga igual, de que todo marche como si no pasara nada, pero sin que lo notemos vamos pasando de un estado anímico cada vez más diferente, es como si nos mantuviéramos en un capullo como una mariposa y que de pronto los cambios más significativos surgen de repente o tal vez seamos como el resplandor de un amanecer que de un momento a otro ilumina todo a su paso o al contrario sentimos que pasamos de la luz tenue del atardecer a la obscuridad que llega con la noche; es por eso que las personas que nos rodean se sorprenden porque no comprenden que nosotros al igual que ellos estamos expuestos a esos cambios imprevistos que hacen que nos veamos inestables, con cambios en nuestra manera de socializar, de tomar decisiones o de encontrar soluciones, de sonreír por todo o de llorar por nada, de nadar contra la corriente o dejarse llevar por una simple ráfaga de viento que apenas nos despeina, en fin somos tan complejos que nosotros mismos no nos entendemos ni sabemos exactamente cómo vamos a reaccionar por lo acontecimientos diarios. 

    A veces no es posible llevar a cabo, el dicho aquel de que al mal tiempo buena cara, porque los cambios que hay en nuestra vida diaria lo hacen muy difícil, tal vez lo intentemos o tal vez no, pero existen muchas maneras de que todo siga igual, de sacar fuerzas de nuestro interior para mantenernos a flote, de encontrar nuevos motivos aún más fuertes de los que ya tenemos, de levantar la mirada y afirmar nuestros pasos para seguir adelante, y si es necesario dar ese giro que se necesita para mantenernos de pie, sin dudarlo ni un segundo debemos de tomar ese riego. Muchos se quedarán en el intento, tratemos de que nosotros seamos diferentes, porque lo somos y porque podemos.