domingo, 30 de enero de 2022

Mi perro.


     Hoy mientras me preparaba para salir a caminar, deje un momento entreabierta la puerta que da a la calle y en un abrir y cerrar de ojos, mi perro se escapó, y como todo amo que se respeta le grite como si me entendiera, ni creas que te voy a ir a buscar, y me quedé parado en la puerta esperando como otras veces que lo había hecho, a que regresara, pasaron varios minutos y decidí ir por el. Al salir a la calle, voltee a ambos lados y no lo ví por ningún lado, camine a la esquina mas cercana pero tampoco estaba, alrededor de mi cuadra hay muchos perros sueltos y bravos que incluso a mi me han correteado y me preocupe un poco al no verlo por ningún lado. Seguí buscándolo por las calles circunvecinas poniendo atención en los ladridos de los perros que indicaran que estaban correteando a quien no fuera de su barrio. Después de una hora y media, me hice a la idea que se había alejado quien sabe hasta donde y sentí un poco de lástima porque un perro así es como un niño, curioso y expuesto a las inclemencias del ambiente urbano, porque estando a mitad de la calle ningún automovilista lograría esquivarlo, al regresar a casa desconsolado, triste y con una opresión en el pecho, para mi sorpresa lo encontré en la puerta, y mientras me miraba con esos ojos traviesos e inocentes, como diciéndome, ¿Dónde andabas, te estoy esperando?. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario