Llevamos en nuestra actitud de todos los días esa forma tan especial de ver la vida cuando estamos enamorados, como las estaciones del año, con esa variedad de colores que se ven por fuera, será hermoso lo que reflejemos, porque no importando lo que sucede a nuestro alrededor siempre estamos preparados para afrontar lo que se avecina, es el amor lo que hace que nuestros rostros se vean iguales todos los días, son esas ganas de vivir cada momento lo que nos ilumina siempre, aprovechando al máximo las oportunidades que se nos presentan y agradeciendo lo que se nos ha dado. Tal vez la vida no sea color de rosa, porque en realidad tiene muchos colores, pero como el arco iris que hay después de la tormenta, así es nuestra segunda oportunidad, esa que no pensamos desaprovechar, porque la estamos viviendo cada día, como si fuera el primero y nunca se fuera a acabar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario