Dicen que el ayer no existe, que solo es algo borroso en nuestra memoria, que es un suspiro en nuestros recuerdos y un marca pasos en nuestro corazón.
Ayer solamente tiene cuatro letras para escribirlo en un papel, pero para explicarlo tendríamos que trabajar muchísimo tiempo extra, y aun así habría muchos huecos en las explicaciones, porque los sentimientos que hemos sentido son tan complejos como las imágenes que tenemos en la memoria.
Escuchar esa palabra, nos remonta a un día, a una semana, a un mes, a un año, a toda una vida, que esta latente y viviendo en nuestro interior. Solo hace falta una palabra, un aroma, una canción, un rostro o el color de una flor para desatar una avalancha de emociones.
Pensar en el ayer y sonreír es una maravilla, aunque los que estamos recordando sean cosas en la que en su momento nos hicieron sudar frió, nos hicieron padecer miedo, o nos pusieron colorados por el ridículo que hicimos.
Ayer, bienvenido seas.
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