Nada es verdad, ni nada es mentira, todo es cuestión del cristal con que se mira.
Diariamente tenemos oportunidad de ver pedacitos de realidades, de personas que estan o que viven a nuestro alrededor, y a partir de eso hacemos nuestros juicios de lo que suponemos que sucede,
vemos a un limpia vidrios que hace su trabajo y por no darle una moneda nos enojamos porque lo hizo sin nuestro consentimiento sin pensar que ese peso que le demos esta contribuyendo a llevarle un bocado a su familia, Si alguien se pasa como una flecha estando el semáforo en amarillo lo criticamos porque es un inconsciente que puede causar un accidente, pero no nos ponemos a pensar que lleva tanta prisa que no le importa las consecuencias, tal vez porque llegara tarde al trabajo, o porque es una emergencia que vale la pena los riesgos,.
Es tan complicado vivir y dejar vivir, soñar y dejar que sueñen, trabajar y dejar que trabajen, tener y dejar que tengan, estar alegre y respetar la alegría de todos, tal vez el principal problema sea que dejamos de ser felices cuando vemos felices a los demás.
Creo que lo correcto es que fuéramos con el mismo oftalmologo, o tal vez que ellos inventaran ese cristal mágico en el que todos viéramos lo que es y no es correcto.
Tal vez así todos viéramos que la vida no es color de rosa, ni es tan gris, como la estamos viendo.
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