sábado, 2 de febrero de 2019

Sexto piso

     Cada día que pasa es como si guardáramos un poquito de nosotros, como si tuviéramos un baúl donde atesoramos los momentos agradables, los sinsabores, los retos cumplidos y un sin fin de detalles que llenan nuestras vidas.
     Cada día es diferente, y tiene sus sinsabores y malos momentos, pero esos tal vez no nos gustan guardarlos y los echamos a la basura de los recuerdos o los sepultamos en un rincón de nuestra memoria.
     Después de tanto tiempo y con el transcurrir de los años quedan en nuestra memoria nada mas los instantes en que hemos sido felices y los conservamos como si fuera la cosas mas preciada, y son los que nos mantienen en pie y nos dan fuerzas para seguir luchando día a día, semana tras semana y así sucesivamente.
     Llegar al sexto piso es un logro que no cualquiera puede hacerlo, muchos quedan en el camino, tal vez porque no tuvieron el coraje o porque el destino asi lo dispuso. Pero el simple hecho de lograrlo es un triunfo, pero si lo hacemos y tenemos lo que hemos deseado, creo que debemos de agradecer a Dios por que eso es una bendición.

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