domingo, 2 de octubre de 2022

Caminando.


      Y ha llegado el domingo, ese día tan esperado para la mayoría, un día en que el relajamiento hace presencia en todos, con los planes al por mayor, diciendo que es de descanso, pero sin embargo es cuando más actividad existe.

     Mi hijo me ve colocarme la mochila al hombro, sonriendo, porque en su imaginación, hay un cúmulo de pensamientos que le indican que me esperan, nada más salir de casa, con mucha diversión, con un sinnúmero de actividades que harán que mi día, combata a la monotonía que díariamente me invade y hace que me vuelva quien está cansado de ver.

     Y ha llegado el domingo, mientras recorro las calles solitarias, polvorientas, calientes y sin encontrar lo que busco porque no es nada especial, me detengo a observar el cuenta pasos que indica que no debo dar un paso más, mientras todo a mi alrededor se va convirtiendo en un domingo más.

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