viernes, 17 de agosto de 2018

Normalidad

     Casi no pensamos en la normalidad, hasta que algo afecta nuestra zona de confort, y vemos que la rutina se rompe para dar paso a la incertidumbre.
     Probablemente la causa sea lo económico y  tenemos que hacer cuentas y ajustes en nuestro presupuesto para lograr tener un poco de estabilidad y volver a lo que es normal, aunque eso sea vivir al día y si por el contrario nos sacamos la lotería ahí es otra historia para un ensayo mas detenido. Otra causa puede ser la vida sentimental, y ahí existen muchas cosas que alteran nuestra vida según sea la situación de la que hablemos, en el plano matrimonial un tercero en discordia es lo que mas nos afecta y revoluciona por completo nuestras vidas, pero a través del tiempo se consigue continuar con lo que rescatemos de esa relación; si se trata de un noviazgo o de una amistad, podemos salir adelante y dejar todo como un recuerdo nada mas.
     Y si hablamos de salud, una enfermedad que aparezca de repente o que ya la veíamos llegar pero no estamos preparados para afrontarla hace que todos los planes que hayamos hecho para un futuro inmediato cambien por completo. Estar enfermo o cuidar un enfermo nos proporciona la ocasión para reflexionar sobre la importancia de estar viviendo en la normalidad, y es cuando apreciamos en toda su extensión el valor de estar en esa situación, deseamos con todo el corazón que todo termine y que nuestra vida vuelva a ser lo que antes era, suspiramos deseando encontrar un poco de alivio a lo que parece ser un castigo por nuestro mal comportamiento, y rezamos después de mucho tiempo no hacerlo, para que nos llegue un poco de alivio o de resignación, para seguir adelante con lo que sigue.
     Así que debemos estar contentos mientras vivamos en la normalidad, sin nada que nos quite el sueño y los convierta en pesadillas, que no sabemos como terminaran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario