El futuro.

     El futuro es parecido como cuando vas manejando y ves el vidrio panorámico lo que viene adelante, tal vez lo veas con una claridad tan nítida de que no te esperas que haya algo que lo pueda empañar y vas confiado que todo sucederá como lo estas viendo, sin imaginar que una fracción de segundo todo puede cambiar.
     Deseamos que pasen ciertas cosas, las que imaginamos que van a hacernos felices, y centramos nuestros proyectos deseando con todo el corazón que sucedan, tal vez el deseo de que sucedan hacen que por casualidad sucedan y coincidan, y todo marcha de maravilla, pero si es al contrario todos nuestros planes se vienen abajo y es todo un desbarajuste y tenemos que hacer malabarismos para adaptar el destino a nuestros deseos.
     La vista que tenemos de lo que viene es como un día soleado con mucha claridad, todos esperamos eso, y es como un sueño en el que somos a los que todo les sale bien y si es necesario despertamos para que lo malo no pase.
     Fuimos, somos y seremos, el optimista que tiene la convicción de que encontrara puros semáforos en verde para que nada obstaculice el camino, y pueda llegar pronto a lo que imagina que es su destino.