sábado, 2 de marzo de 2019

Discurso.

     Muy buenas tardes.
     Antes que nada quiero agradecerles su presencia para festejar en este día, un acontecimiento que es muy importante para todos nosotros.
     Decir 60 años no cuesta nada pronunciarlo, pero es toda una vida, por haberlo vivido con plenitud, saboreando los tragos dulces y haciendo gestos con los amargos, disfrutando lo obtenido y haciendo planes con los sueños que todavía nos falta por cumplir.
     A estas alturas de la vida las fuerzas ya no son las mismas, pero la determinación para seguir haciendo cosas se ha multiplicado, y ese miedo a la derrota que nos caracteriza en la juventud lo hemos cambiado por el valor al saber que después de la tormenta viene la calma y que con esfuerzo y dedicación siempre saldremos adelante, aun en las situaciones mas difíciles.
     Nuestros logros ahora se ven reflejados no en las cosas materiales que hemos adquirido, sino en los hijos que hemos podido sacar adelante, y que hasta en el ultimo aliento de nuestra existencia serán los pilares de nuestra fortaleza y la causa primera de seguir viviendo.
     Tener 60 años no es tan malo, es una bendición que se nos da para ver el resultado de que hemos hecho las cosas bien, muchos de los que hemos querido se nos han adelantado, pero el recuerdo de ellos los mantenemos vivos así como las alegrías que disfrutamos a su lado, y agradecemos las enseñanzas que compartieron con nosotros.
     Haber cumplido 60 años y tener salud, hijos excelentes, nietos maravillosos, y amigos verdaderos son las cosas que debemos de agradecerle a Dios y debemos de sentirnos satisfechos por no dejarnos vencer por las adversidades, porque a pesar de que muchas veces nos vimos caídos, tuvimos la fuerza y la decision para levantarnos y seguir adelante, para estar donde ahora estamos.
     Gracias nuevamente por estar aquí y por compartir la dicha de estar celebrando.
     Y que Dios nos conceda muchos mas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario