Los lazos familiares son indestructibles, pero eso no quiere decir que no tengamos la opción de escoger a quien frecuentamos y a quien no, agradecer a quienes hemos tenido a nuestro lado cuando necesitamos de una mano amiga, quienes han estado con nosotros cuando ha sido necesario o quienes a pesar de estar en un lugar privilegiado no han olvidado sus raíces ni han cambiado la soberbia por la humildad, y han volteado a ver nuestras necesidades.
Los recuerdos llegan a mi mente, tan claros como el agua, tan nítidos como si hubiera sido ayer, de aquellos días en que estaba solo y tuve que luchar para conseguir tu amor, cuando todo estaba en mi contra, surgieron personas que me ayudaron a tener confianza en que lograría lo que me había propuesto, fueron parte de tu familia, quienes me tendieron la mano, y no dudaron nunca de lo que yo sentía por ti, tal vez si imaginaron que lo nuestro seria para siempre, porque vieron en mi rostro la decisión de ser parte de tu vida y sintieron la necesidad de apoyar nuestro amor, de ver realizado esos sueños y esas metas que apenas estaban surgiendo entre nosotros dos.
Los lazos familiares son indestructibles y mas cuando se han fortalecido a través del tiempo, de la distancia y de los actos que llevamos a cabo diariamente en apoyo a quienes mas lo necesitan, y para aquellos que se nos han adelantado, pero los seguimos teniendo en nuestros pensamientos, porque serán para nosotros inolvidables, para ellos el agradecimiento eterno por haber sido parte de nuestras vidas.
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