Cuantos de nosotros cuando adquirimos o nos regalan una maceta nos proporciona alegría y escogemos el mejor lugar para lucirla y para que se vea bien porque es como un orgullo mostrarle a los que nos visitan nuestra nueva posesión.
Pero pasa el tiempo y de repente vemos como que estorba donde esta y le buscamos un nuevo lugar un poco mas discreto donde no estorbe, donde poco a poco vaya pasando desapercibido, y así con el tiempo viene quedando en un rincón, olvidada porque ya no es novedad.
Y pasa lo mismo con nosotros, con las personas que forman parte de nuestras vidas. Tal vez seamos los padres o los abuelos, un tío, una tía, o alguien de nuestra familia. Al principio estará en nuestra sala o donde nos parezca mejor, pero al pasar el tiempo se le va relegando y en lugar de ser un orgullo se va convirtiendo en un estorbo y en algo que ya no queremos tener.
Creo que debemos construir nuestro propio jardín donde seamos las macetas que no pasen de moda, donde conservemos nuestro espacio para seguir siendo importantes a pesar de que pase el tiempo, a pesar de que nos rodeen macetas mas bonita y mas jóvenes que nosotros. Debemos de construir nuestro lugar en el que nos sintamos a gusto y que no importe el tiempo que pase seamos tan importantes como el primer día.
De nosotros depende que tipo de maceta vamos a ser en el futuro. Yo por lo pronto todavía estoy plantado en un jardín. Ya me llegara el momento de que me trasplanten en una maceta.
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