Nos encanta pensar que todo gira a nuestro alrededor, que somos el centro de todo lo que pasa en la vida, y que si algo nos pasara el mundo se detendría y reinaría la obscuridad y el caos. Nada mas falso y al mismo tiempo cierto.
Lo vemos a diario cuando alguien se va, su mundo termina pero todo sigue igual. Nada tan angustiante que saber que todo seguirá como si nada cuando ya no estemos aquí.
Tal vez sea tiempo de aprovechar el tiempo que pasamos con los demás, de disfrutar de los momentos en que nos sentimos felices no importando con quien estemos o si estamos solos. Hay que ir acumulando sueños realizados y tiempos compartidos, en esos en los que somos felices y hacemos felices a los que nos rodean, en los que no importa la cantidad sino la calidad.
Nuestros pensamientos son tan rápidos que nos confunden, y es por eso que debemos ser cuidadosos cuando actuemos en consecuencia de ellos. Analicemos lo que pensemos y no nos dejemos llevar por lo que puedan pensar los demás, hagamosle caso al corazón y a nuestros sentimientos, ellos pocas veces se equivocan. Muchas personas están deseando que dejemos en el olvido lo que una vez hicieron mal y están esperando con los brazos abierto una nueva oportunidad.
Tal vez ya sea tiempo de aprovechar el tiempo.
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