Ensueño.

     A veces nuestros sueños y nuestras realidades distan mucho de ser lo mismo, pero tal vez en el fondo, muy en el fondo vienen a hacer lo mismo.
     Cuando se es joven nuestros pensamientos están en cambiar al mundo, el entorno en que vivimos, la sociedad con la que convivimos, y las acciones que nos hacen débiles cuando transitamos por la vida diaria.
     Después enfrentamos la realidad, y nos toca vivir algo muy diferente y nuestras armas resultan obsoletas contra lo que nos tenemos que enfrentar diariamente y que no son los enemigos de nuestros ideales sino que es la vida diaria con todos esos altibajos de tener y no tener lo suficiente para sobrevivir.
     Nuestros sueños nunca terminan y siempre estarán presente, en las buenas y en las malas, lo recordamos porque cuando estamos abajo nos ayudan a sobrellevar nuestras penas y cuando estamos arriba también nos ayudan para seguir deseando alcanzar lo que nos hemos propuesto.
     Sentirse contento por estar, despues de tanto tiempo, en cierta situación no es haber logrado lo que hemos soñado, no es el cumplimiento de nuestros sueños, tal vez sea únicamente un ensueño de lo que siempre hemos querido.
     Ensueño creo que viene siendo la realidad de lo que imaginamos.