Hay relaciones que rompen el protocolo de lo que esta bien y lo que está mal, a veces estas aunque traten de esconderlo saldrá a la luz, como todo, hay otras que se esconden porque aunque sean normales sienten pena de que los demás lo sepan, no porque sea anormal sino porque es algo que quieren mantenerlo escondido a la vista de todos.
A veces uno mismo se engaña pensando que lo que tenemos debemos esconderlo, tal vez porque tenemos miedo de que alguien nos vaya a quitar lo que hemos conseguido, sentimos temor y nos invade la desconfianza y la inseguridad porque nos sentimos tan poca cosa como para merecer lo que parece que ya es nuestro.
Las relaciones deberían ser como el agua, primeramente a nadie se le debe de negar; en segundo lugar debemos de dejar que corra, si no es para ti tal vez alguien mas lo aproveche; en tercero debe ser cristalino, transparente, sin engaños; en cuarto lugar debe ser insípido no debe tener el sabor de otra relación, todo debe ser nuevo; incoloro porque no debe de reflejar la imagen de nadie mas. Y mas que nada debe de calmar la sed de cariño, de amor, de comprension, de seguridad, y sobre todo debe de satisfacer los deseos mas recónditos que nos asaltan todos los dias.
Las relaciones son eso y mas. Y en esta época de pandemia las relaciones deben ser con la sana distancia, porque no sabemos lo que se esconde detrás de un tapabocas, tal vez una sonrisa, una mueca de sarcasmo, o en el peor de los casos unos dientes llenos de caries.
Las relaciones, hoy y siempre serán como tirar una moneda al aire, nunca sabremos con exactitud si caerá el sol que pedimos o el águila que no queremos que caiga.
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