Cada amanecer es muy diferente, aunque hay algo en lo que debe ser igual, y es la gratitud que debemos manifestar por el solo hecho de verlo y de saber que aun podemos hacerlo.
Todas las mañanas trae para cada uno de nosotros algo único, algo que nos hace distintos, y que sin embargo nos une, son los sueños que albergamos y que compartimos, porque deseamos siempre lo mismo, ser feliz cada día, tener un techo que nos proteja de las inclemencias del tiempo, un pan que llevarnos a la boca y salud para seguir adelante con nuestros propósitos, con las metas que nos hemos fijado y mas que nada para estar en paz con uno mismo.
Y si después de tanto tiempo luchando tenemos el placer de despertarnos en las mañanas y mientras saboreamos el primer café, vemos que por fin nuestros problemas financieros han quedado a un lado, los hijos han crecido, y nuestros sueños ya son diferentes, es hora de darnos un respiro y dar gracias al creador por lo que hemos recibido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario