Ayer tal vez deseábamos ir a la escuela, soñábamos iniciar esa aventura sin saber que era un largo camino que había que recorrer, y tal vez aunque lo supiéramos solo de pensar en ese mundo extraño y diferente ansiábamos conocerlo y descubrir la emoción del saber.
Hoy nuestros sueños han cambiado, hemos dejado atrás muchas cosas, se han quedado en el camino como las hojas del calendario y ahora el solo ver un nuevo amanecer es motivo de alegría y regocijo por que sabemos que es una nueva oportunidad de disfrutar un nuevo día, hacer realidad alguno de los muchos sueños que todavía están pendientes pero que sin embargo siguen ahi como si fuera la primera vez que los tenemos, seguimos sintiendo esa emoción de verlos realizados, seguimos soñando con ese momento tan especial que hemos esperado siempre y tal vez no sepamos cuanto tiempo tengamos para seguir luchando por eso que queremos, pero sentimos que mientras tengamos las fuerzas para abrir los ojos a un nuevo amanecer, tendremos la oportunidad de lograrlo.
Los sueños aunque sean pequeños, un día pueden llegar a convertirse en una hermosa realidad, que nos de la satisfacción de saber que hemos logrado realizar lo que siempre anhelamos.
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