sábado, 24 de marzo de 2018

Sintonia de amor

     Aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión, aunque veas que te rodea la libertad pero tus raíces están en un lugar que de ahí no han de pasar.
     Tienes todo para vivir feliz, tal parece que no te falta nada, volteas a tu derecha, volteas a tu izquierda, al frente y atrás, y todo es perfecto.
     Pero el gusanito de la inconformidad ronda tus pensamientos, y el sol no te parece tan brillante, el aire no llenan por completo tus pulmones, y un suspiro nace cada vez que tu mirada ve el fondo de tu corazón. Eres feliz, no cabe duda, pero existe esa duda si hay algo mas de lo que tienes o de lo que puedes tener o ambicionar algo que no esta escrito o esta dicho por lo que es la realidad.
     ¿Soy feliz? Gritas a los cuatro vientos, y el eco te responde: Con risas sardónicas que te hacen dudar.
     ¿Soy feliz? Vuelves a gritar y el que te responde esta vez es tu corazón inquieto, que te dice que no vuelvas a gritar, porque estas perdiendo lo que te costo ganar.
     Hay prisiones de oro, de plata o de cualquier metal, hay prisiones que matan porque no solo aprisionan nuestro cuerpo sino también nuestras almas. Pero existen prisiones que nosotros mismo nos lo construimos porque nos hacen sentir conformes con lo que ahí tenemos, tal vez sea comodidad, o lo mas seguro es que sea amor. Amamos o nos aman, quien puede saberlo, la realidad no interesa porque estamos conformes y felices con nuestros barrotes que nos dan seguridad.
     Muchos creemos tenerlo todo y ser felices, pero en realidad, estamos buscando algo que no podemos tener.         





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