Y ha pasado mucho tiempo, y ahora que cada que veo una luna llena, siempre me pregunto si es verdad todo lo que creí, si existe ese almacén de sueños, o si es verdad es de queso.
Hoy que veo la luna llena, únicamente siento nostalgia porque ella sigue igual y yo he cambiado tanto, ya no la veo tan enigmática, mis ojos apenas la distingue pero se que sigue ahi y creo que sigue siendo para las nuevas generaciones un poco de lo que yo imagine.
A veces en nuestra vida tenemos muchas clases de luna, la que vemos cuando estamos enamorados y nos parece esplendorosa, sin igual, y llena de buenos presagios; Después vemos la luna como una confidente de nuestros tropiezos y de nuestras desdichas, y de los deseos de salir adelante; Ya con mas tranquilidad vemos que la luna es una esfera brillante que refleja nuestros triunfos o que brilla tan intensamente para decirnos que debemos esforzarnos mas para lograr lo que hemos deseado; Y cuando nuestro camino nos acerca a nuestro destino, la vemos diferente, mas llena de todos nuestros recuerdos, mas llena de nosotros y tal vez es cuando nos preguntamos ¿Acaso somos nosotros con nuestros recuerdos que hacemos que cada vez la veamos mas brillante ?
La luna llena, son nuestras esperanzas, nuestros sueños y los deseos de que mañana sera un dia mejor del que hoy hemos tenido.
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