El tiempo.

      Dicen que el tiempo lo cura todo, y tal vez también lo arregla todo, porque vamos por la vida creyendo que tenemos todo el tiempo del mundo, haciendo malabares con las horas y los días creyendo que no pasa nada, pero que sin que nos demos cuenta, pasa encima de nosotros, como un vendaval, pero en cámara lenta, haciendo que nuestros sueños revoloteen a nuestro alrededor y se pierdan para siempre sino nos aferramos a ellos con todas las fuerzas de nuestro corazón.

     A veces nuestras debilidades nos ganan, otras nos hemos aferrado tanto a lo que deseamos que por fin vemos que todo se vuelve realidad, y llega ese momento en que tenemos entre nuestros brazos el sueño dorado que tanto anhelamos, ese que se ha vuelto realidad porque el tiempo nos ha hecho justicia.

      Dicen que el tiempo, no pasa en vano, porque aprendemos a no perder la esperanza, esa que muere al último, a confiar que el destino nos ha dado la oportunidad nuevamente, de decirle al oido a quien amamos, que somos muy felices a su lado.