Diferencias.

     A veces creemos , como en la religión, que lo que nosotros profesamos es lo correcto, sin saber que en realidad somos uno solo, dicen que el habito no hace al moje, y es lo que pasa con nosotros, solamente porque vestimos diferentes pensamos que no tenemos los mismos ideales, no soñamos con ser los mejores, ni pensamos que lo que soñamos es conseguir lo mejor para nuestros seres queridos. Porque tenemos presente ante todo que somos soldados y anteponemos nuestro bienestar por cumplir con nuestra encomienda, pero tenemos muy presente que detrás de nosotros esta nuestra familia, una esposa y unos hijos que nos esperan y que tal vez no saben lo que nos duele no estar con ellos.

     Hay veces que el sol nos da en la cara y otras que el frío nos cala hasta los huesos, no importa la situación en que nos encontremos, lo aceptamos porque nos hemos preparado para eso, lo que los instructores no nos han dicho, es que mas que las inclemencias del tiempo, lo que mas duele y lo que a veces no podemos soportar es el deseo de estar con los que mas queremos, de disfrutar esos momentos cuando nuestro hijo da sus primeros pasos, y finalmente pronuncia la palabra papa.

     Vestir un uniforme diferente al que portamos no significa nada, solamente nos dice que de diferentes trincheras lo que nosotros nos esforzamos por defender, otros tambien lo estan haciendo igual, y tal vez mejor que nosotros.

     Ser militar es como profesar una religión, es como el amor a primera vista, lo sientes, y te das cuenta que tu vida anterior lo has desperdiciado, y que por fin has llegado a donde siempre habias querido estar. Y después de 30 años compruebas que en realidad eso es lo que habías soñado.