jueves, 10 de septiembre de 2020

Soledad.


      Muchas veces nos hemos sentido solos, aun en medio del bullicio de la gran ciudad o simplemente enmedio de las personas que nos rodean diariamente. A veces es porque nuestros recuerdos son tan solo de nosotros y no lo queremos compartir con nadie, otras tal vez porque la distancia nos separa del lugar donde queremos estar y la mayoría de las veces es porque somos esa versión que toda nuestra familia odia y es el de ser antisocial, inadaptado, incomprensible y un romántico sentimental.
       La soledad hace que el tiempo sea confuso, porque los recuerdos nos acechan a cada instante y el solo escuchar una canción hace que nos transporte a otra época, tal vez sea a una en que teniamos 17 años; o tal vez sea el aroma de una flor del jardín el que haga la magia de transportarnos a un momento especifico en que conocimos a alguien o tal vez nos abandonó; un sabor especifico seria tal vez el detonante para situarnos en una situación donde compartimos un primer beso que tal vez nos supo a rubor, a pena, a satisfacción o a palomitas de maíz y a refresco de cola.
       Soledad, es algo que agradecemos cuando ya llevamos muchas millas recorridas, es encontrarse nuevamente con nuestro yo interior y vivir nuevamente los recuerdos que son solo nuestros.              

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