Solo existe un momento tan especial y en el que toda nuestra existencia solamente hace caso al corazón, es cuando finalmente comprendemos que nuestro destino está en la firma que estampamos para decir que estamos de acuerdo en ser lo que hemos prometido ser.
No importa tanto la firma, lo que realmente cuenta, es el propósito que nos hemos hecho, de hacer feliz a quien va a estar a nuestro lado, sin importar lo difícil que sea, sin importar lo que nos depara el futuro y que sea el que sea siempre vamos a estar ahi para respaldar lo que hemos prometido.
A veces el momento, se hace una eternidad, no porque nos preocupe sino porque es tan mágico y tan simple, que pasa tan rápido y que nuestros recuerdos no logran separar lo que ha sucedido o lo que sucedió.
Hoy para mi es recuerdo, ayer fue lo que sucedió, y mañana tal vez sea algo que nunca se olvidará.. .
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