En la vida existe un momento en el que escogemos nuestro destino, cuando tomamos la decisión vamos sin pensar si es la correcta, solo sabemos que es la que deseamos y nos adentramos en ella y afrontamos los retos que implican esa decisión. Un día quisimos ser marinos, y eso nos llevó a experimentar cosas que no estabamos preparados para llevar a cabo, pero con un poco de paciencia, un poco de esfuerzo y más que nada con mucho amor a la camiseta pudimos llegar a donde nos propusimos, donde muchos desfallecieron, se rindieron, sin embargo nosotros lo logramos y ahora estamos donde nos corresponde.
En el amor es lo mismo, en un momento crítico, escogemos un camino sin saber a donde nos llevara, lo unico que esta presente es la decisión de que todo sea mejor, escogemos sin pensar que el destino nos ha hecho una mala jugada y que el camino que escogimos no es el que nos lleva a la felicidad, sino a una realidad alterna donde somos felices con lo que tenemos, con lo que logramos, con lo que hemos conseguido, pero no es lo que habíamos soñado.
La vida es tan compleja que nunca sabremos si tenemos lo que queríamos, o si tenemos lo que deseamos.
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