Muchas veces pensamos que todo es fácil, sin imaginar siquiera todo el trabajo que hay detrás de todo eso, algunas mas complicadas que otras, pero todo lleva un esfuerzo, un poco de convicción por lo que se hace, cada gota de sudor derramado tiene como respaldo sentir la satisfacción de ver crecer, esa sensación que experimentamos cuando parte de nuestro tiempo se va en cuidar, limpiar, abonar, para que al final podamos cosechar lo que hemos sembrado.
En el amor pasa lo mismo, primero nos toca sembrar ese pequeño sentimiento, ese que poco a poco va creciendo, necesita de muchos cuidados, abonarlo diariamente con esas muestras de cariño, de atenciones, para que se vaya convirtiendo en algo mas solido y con buenas raíces, sera necesario que dediquemos nuestro tiempo para obtener la mejor cosecha de nuestra vida, una relación sincera, que sea el producto de nuestro esfuerzo y que no importe lo que se avecine, ya sean los problemas cotidianos o vayan mas allá de eso, siempre se encuentre una manera de solucionarlo, porque siempre habrá buenos resultados cuando lo que se ha sembrado es un amor verdadero.
Muchas veces pensamos que todo en la vida sera fácil, la mayoría de las veces no lo es, pero nunca perder la esperanza, creo que hace la diferencia, la recompensa en esas ocasiones hace que después de todas las tormentas que pasemos, podamos disfrutar de una buena cosecha y de ese remanso que se llama felicidad.
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